Sentimientos de gominola

Si no fuera por el puto cáncer adoraría fumar. las cenizas consumiéndose entre tus dedos, el humo silbando a mi alrededor. Si no fuera por el olor adoraría fumar.

Esta noche no he soñado, últimamente soy incapaz. Caigo rendida en la cama y no sueño. Acabaré echándolo de menos, el poder vivir mil vidas que no fueron mías y cambiarlas y sentirme reina por un día, por una noche. Saber que el más fugaz de mis deseos se convierte en arte al pensarlo, que las miradas que nunca hice son algo más que humo, que sean reales y sentidas. Soñar, a veces solo soñar sería suficiente para no desear despertarte. ¿Para qué dormir? Para qué descansar y cerrar los ojos sino eres capaz de escapar de tu realidad. Vivir mil vidas que no fueron mías y viajar por sueños ajenos, de nube en nube como volando, solo soñando se consigue y yo ya no sueño.

Vivir en sueño, vivir un sueño tan solo por un día, no despertarse y seguir soñando, imaginando; anhelando no poder despertar. La muerte es eso; la buena muerte es eso, no despertarse, sumirse en un sueño profundo y seguir siendo rey y reina por un día, por una noche eterna que ya jamás acabará, y esperar a que el taller de sombras de disperse en el humo de un cigarro y todo se vuelva niebla, para no volver a despertar.

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