Tú
Permanece el tacto de tus labios sobre los míos, su calor. Guardo grabada tu imagen en cada uno de mis sueños. Cualquier riesgo es nímio frente al placer de tu sonrisa, de tu cuello iluminado por una luz que desciende desde tus ojos hasta perderse en tu cintura. Podría sentarme a tu lado y mirarte; tan sólo necesito mirarte para saber qué es lo que quiero. He visto amanecer y caer la noche por estar contigo, no me importa esperar, no me importa perder los días si eso significa pasar unas horas a tu lado. Me basta con saber que has decidido no huir de mi locura. No me creíste cuando dije que nos veríamos pronto, déjate sorprender, preciosa, yo he aprendido a dejarme llevar.