Ellas
Escribo sobre las mujeres que abordan mi vida, aquellas que la transforman, las que consiguen cambiar mi ritmo. Sus perfumes, sus manos y caderas. Me enamoro de sus movimientos, de sus dejes al hablar, de su manera de moverse al bajar una escalera y de morderse el labio cuando están nerviosas. Sutil femineidad, siento devoción por sus curvas, por la suavidad de su cintura y el calor de su espalda. Me fascina la dulzura de sus rasgos, el tacto de sus labios y el sabor de su piel. No sé negarme a una sonrisa, me pierde la forma en la que cruzan las piernas, las miradas por debajo de las pestañas y las medias sonrisas causadas por una timidez más que adorable. La forma en la que suspiran y cómo se acelera su respiración, la manera en la que sujetan tu cara entre sus manos y acarician tus labios antes de besarte. Cómo se eriza su piel por un escalofrío. Dulce introducción al caos.