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Mostrando entradas de mayo, 2012

Eres luz.

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Deja que te observe, deja que la luz caiga sobre tu cuerpo y lo ilumine, deja que se pose sobre tu cuello y descienda por tus clavículas hasta tu pecho; respiras y las franjas de luz recorren tu piel, la acarician... Deja que se refleje sobre ti y cambie tus colores. Voy a deslizar mis dedos por cada línea de luz sobre tu cuerpo; viajar por tu espalda desde tu nuca erizando tu piel. Respiraré sobre tu cintura al besar tu vientre y mis labios bailarán sobre tus piernas hasta desaparecer entre ellas. Quiero perder la noción del tiempo contigo, perder el rumbo entre tus caderas hasta conseguir que se arquee tu espalda y comience el temblor.

Necesidad

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Necesito el tacto de tu piel y no lo tengo, necesito del aroma de tu cuerpo y descubro el de tu ausencia rondando mi memoria. Necesito el sabor de tus labios y sólo Soledad me visita. Dulce ironía la presencia de tu vacío en mi cama. Bendito el recuerdo de tu cuerpo que me hace esperar a la vuelta de tus besos, a los amaneceres de tu sonrisa en mis sábanas, a los te quieros susurrados a media luz. 

Sin conciencia

Existen muchas cosas que me asquean del comportamiento humano pero hay una que me avergüenza y enerva por encima de las demás, es lo conocido como "Disolución de responsabilidad".  Este genial fenómeno consiste en que cuando estamos en presencia de otros y percibimos que alguien necesita ayuda, no hacemos absolutamente nada a la espera de que sea otra persona de las presentes la que preste ayuda. Cuando esto pasa y todas las personas concurren en la disolución de responsabilidad lo que sucede es que nadie actúa. Hacía tiempo que me había fijado en esto pero nunca lo había vivido en primera persona.  Hace un par de semanas asistí a una competición de Triatlón junto con 41 compañeros más. Nuestro trabajo allí consistía en, una vez los atletas hubiesen terminado la prueba, dar masajes de post competición para relajar la musculatura de piernas y espalda. No situamos por parejas de forma tal que por cada dos de nosotros había una camilla asignada y los corredores iban pasan