Sugarcane

A veces las cosas no salen como pensamos que deberían, a veces las cosas salen realmente mal y eso me cabrea bastante. Hay gente que dice que el destino lo rige todo, otros prefieren llamarlo Dios, otros suerte y algunos casualidad. Sea lo que sea, que sepa que le reto a un duelo a muerte porque sinceramente, no creo que nada ni nadie tenga derecho a dirigir mi vida, a cuestionar mis decisiones y a elegir cuando y de que tamaño será la maceta que se desplome sobre mi cabeza. 

No me gustan los cambios, soy escéptica ante ellos y me molesta todo lo inesperado. Prefiero saber de antemano lo que va a ocurrir a mi alrededor y poder controlarlo; por ende, prefiero no recibir sorpresas. Que las cosas muten y cambien su forma de ser, que alguien desaparezca hasta evaporarse en otra persona me causa una ira desaforada. Ver que la gente cambia no es lo que me duele, lo que duele es recordar como eran antes y saber que no volverán a respirar el mismo aire ni de la misma forma. 

Es gracioso como la gente decide su vida gracias a una moneda. Cara o cruz...Está bien, al mejor de tres, bueno...eh...quería de decir al mejor de cinco...Sabemos lo que queremos, solo que es demasiado difícil pensarlo en voz alta. Esperamos por que una oración se cumpla, tal vez si rezo tres rosarios, tal vez si hago un sacrificio pagano...¿Qué te parece si intentas conseguir las cosas por ti mismo? ¿Sabes una cosa? dejar que un superhéroe te rescate o no, es más fácil que elegir salvarte a ti mismo. Salta o no saltes del edificio, córtate o no las venas, pero no avises a la ambulancia antes de atravesar tu piel, lleva tus decisiones hasta las últimas consecuencias y luego afróntalas. No esperes por una señal al no ser que estés esperando al anuncio de descuento del Leroy Merlin. No esperes que te salven.

Son los pequeños gestos, ese suspiro, esa palabra lo que puede cambiar el mundo. Hay momentos en los que me sorprendo de lo que me puede llegar a alegrar el día la sonrisa de un extraño. Intenta a sonreír a un niño pequeño en un parque, SIÉNTETE VIVO. Me daría igual que hicieses con tu vida sino fuese por el pequeño detalle de que influye en la mía. Cada palabra, cada suspiro, cada gota de café que se escurre por una taza...Hay cosas que sacuden mi mundo y tu ni siquiera te das cuenta. A veces es simplemente el vuelo de una golondrina.

Empecé este blog hace algo más de diecisiete años. Lo empecé con mi primer sentimiento, pero no fue hasta mucho más tarde cuando supe que esos sentimientos se podían plasmar más allá de las simples palabras. Siento que a lo largo del camino le he fallado a mucha gente, he sentido su decepción y sus recriminaciones, ahora me he hecho inmune a ciertas miradas, a cierto comentarios y a ciertas actitudes. Ahora he aprendido a ser yo misma dentro de mi y en cierta manera es por haber plasmado todo lo incoherente que sale de mi cabeza sobre un papel pintado en la pantalla de mi ordenador. He crecido y me he hecho más débil. Abandoné mi coraza y mi fortaleza junto con mi indiferencia. Ahora mi escudo tiene por forma la honestidad que me debo a mi misma y solo a mi misma.

Hoy hace un año que realmente este blog tomó forma y es por él que escribo cuando realmente no tengo ganas y es por él que he curado muchas de mis heridas. 

Pero sinceramente, sois vosotros los que hacéis que esto siga en pie, que siga fluyendo desde mi cabeza hasta vuestras pantallas así que gracias. Puede que no entendáis el porque, yo lo hago, y para mí es más que suficiente.